A veces las apariencias engañan, y sino que se lo digan a los padres que salen en este vídeo.
Debemos hacer una profunda reflexión no solo con respecto a nuestros propios comportamientos y creencias, sino también lo que estamos transmitiendo con ello a nuestros hijos.
Fuente original del vídeo: Cortometraje Tzafar, de Nancy Spetsioti
Como ya señalamos en relación al famoso test de los muñecos, todo colectivo humano es etnocéntrico, en el sentido de que hace una distinción, con frecuencia muy tajante, entre el grupo al que nosotros pertenecemos y el grupo al que pertenecen los otros. Para aquellos individuos que pertenecen a nuestro grupo tenemos relaciones de cooperación, solidaridad, afecto y aprecio. Para con los otros, solemos establecer relaciones más marcadas de competencia, rivalidad y, con frecuencia, de extrema desconfianza.
Este etnocentrismo puede llevar a algunas personas a desarrollar grandes prejuicios raciales y actitudes intolerantes, que atacan a nuestras sociedades y ponen en jaque la seguridad, el progreso social y la paz. El daño que causa el racismo se ve alimentado por estereotipos, prejuicios e ignorancia.
“El odio a las razas no forma parte la naturaleza humana; más bien es el abandono de la naturaleza humana”, – Orson Welles (actor y guionista norteamericano)